martes, 25 de enero de 2011

Los hombres casados son más agradables, ¿por qué?

Los hombres tienden a portarse mejor cuando se casan porque el matrimonio los ayuda a mejorar sus conductas y, además, porque los más agradables son más propensos a estar casados. 

Un nuevo estudio revela que los hombres con menos cualidades desagradables son más propensos a casarse. Y, entre ellos, algunos tienen signos de que su mala conducta disminuye con el matrimonio. 

Esto resuelve un debate de años entre investigadores sobre por qué los hombres casados tienen menos cualidades asociadas con el trastorno de personalidad antisocial, como cometer delitos, mentir, agredir o carecer de remordimiento. 

¿El matrimonio los reforma o los hombres con más cualidades desagradables son menos propensos a casarse? 

La respuesta: un poco de ambos, según la autora principal, doctora S. Alexandra Burt, de la Michigan State University. Los casados "no son tan antisociales. Y, cuando se casan, se vuelven aún menos antisociales. De modo que suceden ambas cosas", dijo la experta. 

El equipo de Burt adoptó un "enfoque nuevo" para investigar la relación entre el matrimonio y el trastorno de personalidad antisocial, señaló el doctor Ryan King, de la University at Albany, que no participó del estudio. 

Los autores siguieron a 289 pares de mellizos varones durante 12 años a partir de los 17 años. Más de la mitad eran gemelos y habían crecido en el mismo ambiente familiar. 

El equipo halló que los hombres que se casaron durante el estudio (el 60 por ciento) tenían menos conductas antisociales a los 17 y a los 20 años, lo que sugiere que los hombres con esas conductas serían menos propensos a casarse. 

A los 29 años, los solteros tenían 1,3 conductas antisociales y los casados, 0,8. En los pares de gemelos en los que uno estaba casado y otro soltero, el casado tenía menos conductas antisociales después del matrimonio que el soltero. 

Dado que los gemelos, que comparten la genética y el ambiente de crecimiento, son propensos a tener las mismas tendencias antisociales, los resultados indican que el matrimonio influyó en la reducción de esas malas conductas. 

Se desconoce por qué las conductas masculinas mejorarían después del matrimonio. Los hombres casados pasarían más tiempo con sus esposas que con sus amigos, dijo King, y las malas conductas, como la delincuencia o los atracones con alcohol, tienden a ser actividades grupales. 

Además, "tienen más para perder" si los sorprenden en actividades ilegales y se preocuparían por lo que piensen sus esposas. 

Se desconoce también si esta tendencia se replicaría en las mujeres, señaló Burt, porque ellas son, en primer lugar, menos propensas a tener conductas antisociales. 

Los resultados, publicados en Archives of General Psychiatry, permiten explicar los resultados similares de estudios previos: los hombres casados cometen menos delitos. Un estudio reciente, por ejemplo, halló que el matrimonio está asociado con un 35 por ciento menos de delitos. 

Históricamente, la literatura revela que las personas casadas tienden a ser más saludables que las solteras, aunque estudios recientes afirmaron que esa ventaja desaparecería. 

FUENTE: Archives of General Psychiatry, diciembre del 2010

Ellas prefieren los lubricantes a base de agua

El Journal of Sexual Medicine ha publicado un estudio pionero que aborda ciertos hábitos sexuales en las mujeres y, por extensión, en sus parejas. Pese a que el uso de lubricantes está ya muy extendido, hasta la fecha no se había realizado una investigación exhaustiva acerca de las preferencias de las féminas a la hora de utilizar este complemento sexual. 

Es por ello que podemos fiarnos del Centro para la Promoción de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana (EEUU) cuando aseguran que los lubricantes gustan, y mucho, en las relaciones sxuales. No en vano, 2.455 mujeres, de edades comprendidas entre los 18 y los 68 años, se han sometido a este estudio que ha durado 5 semanas. Periodo durante el cual los médicos y especialistas han estudiado los efectos del lubricante sobre las relaciones sexuales de sus ‘pacientes’. 

El primer y más interesante punto es aquel que nos indica que las usuarias prefieren los geles a base de agua frente a los de silicona. Los lubricantes de agua son inoloros y no manchan, por lo que resultan ideales para paliar efectos como el dolor o la sequedad vaginal, aunque tienen una duración media y al poco tiempo se resecan. Sin embargo, aplicados en los genitales de ellas o de ellos, incluso en juguetes sexuales o directamente en los dedos, resultan muy placenteros, según parece apuntar el estudio.

El 70% del tiempo, los lubricantes han sido empleados para la penetración, ya sea vaginal o anal, con el fin de evitar dolores o desgarros. Sin embargo, el estudio demuestra que este complemento también está presente en el sexo en solitario ya que el 60% de las 2.455 mujeres confiesan haberlo utilizado para la masturbación.

Foto por Robert McDon en Flickr

martes, 11 de enero de 2011

Lágrimas femeninas disminuyen deseo sexual masculino

JERUSALEN (Reuters) - Las lágrimas de las mujeres desincentivan el deseo sexual en los hombres, dicen investigadores israelíes.

Los hallazgos, publicados en un estudio del Instituto de Ciencias Weizmann y el Hospital Wolfson cerca de Tel Aviv sobre el rol que las lágrimas juegan en la comunicación no verbal, sugieren que un químico en las lágrimas femeninas disminuye los niveles de testosterona de los hombres.

Pensando más allá del impacto en el impulso sexual, los investigadores esperan que los descubrimientos algún día puedan usarse en el tratamiento del cáncer.

"Hay varias enfermedades que son tratadas disminuyendo los niveles de testosterona, el más importante es el cáncer a la próstata", dijo el profesor Noam Sobel del Instituto Weizmann.

Dijo que los actuales métodos de reducción de testosterona causan efectos secundarios, y su equipo de investigación esperaba que el uso de lágrimas pudiera eliminarlos.

A los hombres que participaron en el estudio, publicado en la revista Science Express, se les pidió olfatear las lágrimas de mujeres que habían llorado mientras veían películas tristes.

Sobel dijo que los investigadores esperaban que las lágrimas impulsaran el sentido de empatía de los hombres. En cambio, su corazón e índices respiratorios, la testosterona salival y un escáner cerebral apuntaron todos hacia una reducción de la excitación sexual.

La señal química en las lágrimas femeninas, dijo, era una manera de decir "no, no estoy interesada".

"La comunicación es clave para sobrevivir. Los humanos, como todos los mamíferos, usan el olfato en su comunicación. Es muy eficiente si tienes una señal química que transmite lo que quieres -o claramente no quieres- en una situación sexual", añadió Sobel.

Indicó que los investigadores se habían propuesto estudiar las lágrimas de hombres y mujeres, pero un sólo hombre había respondido a un aviso puesto en campus universitarios israelíes buscando voluntarios que creyeran que podían llorar fácilmente.