Esto también es válido para la práctica del sexo, según la
edad, será el sitio de importancia que
ocupe en nuestra vida, así como la forma y la frecuencia de vivirlo.
El sexo desde los 20 a los 30 años
En esta etapa es cuando más se piensa en sexo, tanto hombres
como mujeres están ansiosos por probarlo y sentirlo “Todo”, incluso las
relaciones con el mismo sexo, lo cual no deja de ser más que una experiencia, si bien para
algunos puede reafirmar su bisexualidad o inclinarse al lesbianismo u
homosexualidad.
También en esta franja de edad están más propensos a las
enfermedades de transmisión sexual, ya que los impulsos y la libido alta se
encuentra a la orden del día, lo que hace que
muchas veces pasen por alto la
prevención.
El sexo desde los 30 a los 40 años
Se abre otro panorama basado más en el voyerismo. Ya no hay
tantos recaudos en cuanto al pudor, la experiencia de los últimos años en
cierta forma, hace que nos sintamos más desinhibidos, por lo que las relaciones
sexuales en la playa o ciertos lugares públicos ya no son impedimento para
llevarlas a cabo.
También entramos en una etapa más madura, en muchos casos ya
se está planeando la llegada de los hijos a la pareja (Si es que aún no los
tienen) y la vida sexual sufre una alteración en cuanto a la frecuencia y es
posible que en algunas mujeres decaiga el deseo.
El sexo después de los 40 años
Es en donde muchos hombres comienzan con los problemas de
erección, algunos en su afán de reafirmar su vigor y rendimiento, salen en
busca de nuevas conquistas y se vuelven infieles, ya que de esta forma se
prueban así mismos que todavía se
sienten deseados y que el llegar o pasar de los cuarenta años, en realidad no ha
cambiado sus vidas.
En cuanto a las mujeres, también sufren lo suyo, comienzan
con la sequedad vaginal para lo que se recomienda el uso de lubricantes, las
pérdidas de orina y la pre-menopausia, con lo cual el deseo sexual disminuye y
se enfrentan a grandes cambios hormonales, físicos y psicológicos.
Afortunadamente hoy en día
hay muchos productos paliativos con los que podemos contar para llevar
una vida sexual normal y que estos trastornos nos afecten lo menos posible.