Un tema algo controversial sobre todo para el género
masculino, muchos no aceptan que les puede gustar, estoy hablando del Pegging.
Cambio de roles sexuales, pegging, bend over boyfriend… con todos estos
calificativos se conoce a esta práctica, que cada vez más parejas de
heterosexuales se anima a experimentar.
El pegging es una práctica sexual en la cual una mujer
penetra el ano de un hombre con ayuda de un consolador que va sujeto a un arnés
o a su propia vagina. Es una práctica que le da a la mujer el rol de
dominación, quedando el hombre en una total postura de sumisión. La palabra pegging es un neologismo que hace
referencia explícita a esta práctica y que fue popularizado por el columnista
Dan Savage.
Muchas de las parejas van juntas al sex shop para elegir el
modelo, color y tamaño del juguete que servirá para darle placer a ambos y
jugar aunque sea por un rato, con el cambio de roles. Seguramente muchos de los
hombres que estén leyendo este artículo, verán esta práctica casi como
aberrante y por nada del mundo aceptarían “jugar este juego” y esto debido a la
cultura machista reinante y por temor a ser juzgados como homosexuales.
Pero lo cierto es que, como toda práctica innovadora, sólo
persigue el objetivo de salir de la rutina, vivir nuevas experiencias sexuales
y, por qué no también, enriquecer la vida sexual y de pareja. En el caso de la
mujer, la satisfacción sexual puede darse a través de la penetración, si se
está utilizando un arnés doble, es decir mientras penetra a su pareja, es
penetrada a su vez, por el juguete sexual, o por una satisfacción psicológica,
por el sólo hecho de penetrar y satisfacer a su hombre.
En términos de placer físico, la mujer puede obtener una
estimulación directa en su vulva a través de la base del consolador, o en el
caso de los consoladores dobles, mediante penetración vaginal. La mujer puede
hacer uso de un segundo vibrador que por lo general se ubica entre el
consolador y su clítoris.
En tanto en el hombre, la estimulación es anal o prostática,
y también por la excitación que le despierta el hecho de ser penetrado por una
mujer. Algunos hombres disfrutan masturbándose (o siendo estimulados
manualmente por su pareja) durante el pegging. Hay una gran variedad de arneses
sexuales disponibles en el mercado, los más comunes son con cinturón, pero
también existe un modelo sin cinturón, que cuenta con un extremo para
introducir en la vagina, y de este modo poder penetrar. También los hay con
varias velocidades e intensidades.
Algunas personas practican el pegging porque disfrutan de
los aspectos psicológicos de dominación y sumisión que implica, de hecho, con
frecuencia los juegos de roles donde hay una dominación por parte de la mujer,
suelen culminar con la mujer penetrando al hombre analmente.
En los últimos años esta práctica sexual ha aparecido con
mayor frecuencia en las películas pornográficas, sin embargo su primera
aparición (mucho antes de que se acuñase el término) no fue en una película
pornográfica, sino en la película Myra Breckinridge, basada en una novela
homónima de Gore Vidal.
Una práctica que si bien no es para cualquiera, ya que requiere
de una gran apertura mental, es una buena alternativa, si lo que buscas son
nuevas experiencias en la cama.
¿Te animarías a practicar pegging?
Cuando mi esposa me lo insinuó.. no le preste mucha atención le tomo varios meses convencerme de intentarlo... mucha a paciencia y sobre todo conocerme mucho en la intimidad para reconocer mis puntos mas sensibles.. ahora disfrutamos de la práctica entre 2 y 3 veces por mes
ResponderEliminarHola. A mi me causa curiosidad esta práctica. Soy de Caracas, Venezuela y es difícil conseguir a una chica con la mente abierta como para sugerirle la idea de intentarlo. Es probable que si las haya, pero no he dado con ninguna aún...
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