A la música se le han atribuido históricamente numerosas
funciones. Se dijo que calma a las fieras, que arrulla a los niños, que
estimula a los nonatos y que tiene propiedades terapéuticas. Bueno, ahora hay
una más: al parecer…es afrodisíaca.
Según un estudio
elaborado por los psicólogos Anne Blood y Robert Zatorre de la Universidad
McGill de Montreal, en Canadá, la música estimula las mismas regiones
cerebrales que regulan los impulsos sexuales. Pero su vinculación con los bajos
instintos no termina ahí. Los expertos determinaron también que las regiones
del cerebro humano activadas durante el orgasmo son las mismas que tienen un
rol fundamental en la elaboración de la música.
Los científicos llegaron a ese descubrimiento gracias al uso
de tomógrafos que registran la actividad eléctrica cerebral en respuesta a una
serie de requisitos. En el estudio participaron diez músicos, cinco mujeres y
cinco hombres, y se les pidió que escogieran una música sin letra —para que no
se asociara a otro tipo de estímulos emocionales— que les produjera
“escalofríos de emoción”. Después fueron sometidos al escáner mientras
escuchaban cuatro tipos distintos de estímulos auditivos: la música
seleccionada por ellos, otro tipo de melodía, ruido y silencio. Cada secuencia
fue repetida en tres ocasiones en un orden aleatorio.
Conclusión: mientras
escuchaban la música elegida por ellos, los voluntarios activaban las regiones
cerebrales donde está la serie de emociones que "inducen a la
euforia".
Esto significa que la actividad cerebral en respuesta a
música que emociona presenta exactamente el mismo patrón que la generada con la
actividad sexual, cuando un individuo hambriento come o cuando un cocainómano
toma su dosis, según el informe de este estudio publicado en Proceedings of the
National Academy of Sciences.
“En uno de los
experimentos que llevamos a cabo en mi laboratorio, Anne Blood y yo descubrimos
que cuando una persona siente escalofríos o ‘piel de gallina’ al escuchar un
trozo musical, las zonas del cerebro que se excitan son parecidas a las que
están asociadas a lo que los psicólogos llaman el sistema de recompensa. O sea
ciertos núcleos que también están involucrados en otras sensaciones apacibles,
como la comida y el sexo. Esto fue bastante sorprendente, pero aún no sabemos
por qué se producen estos fenómenos, precisamente”, afirmó el neurofisiólogo
Zatorre, investigador del Instituto Neurológico de Montreal .
Con esto, se
asocian los efectos de la música sobre las personas a los que producen otros
estímulos directamente relacionados con la supervivencia. Por eso, la pregunta
sería ¿qué papel desempeña la música en la supervivencia de nuestra especie?
Zatorre plantea que la música podría considerarse un componente del juego de
reclamos para encontrar pareja, un mecanismo adoptado para estimular la
cohesión social o incluso una evolución de un sistema de vocalización que
permite el reconocimiento entre madre e hijo.
Aunque también podría tratarse de
una función imprevista, resultante del aprovechamiento de otras funciones que
sí necesitamos para sobrevivir, es decir un fenómeno accidental. Por su parte, la doctora Anne Blood, investigadora en el
Hospital General de Massachussets en Charlestown, llegó a la conclusión de que
la “música activa sistemas en el cerebro que ayudan a sentirse feliz”.
A su vez, el doctor Glick, profesor de psiquiatría en la
Universidad de Stanford, señaló que la música “es un medio para lidiar” con los
períodos de tensión… ¿igual que el sexo?
Por otro lado, de sus investigaciones también derivó que
entre el 1 y el 4 por ciento de la población sufre de amusia, un defecto
neurológico que impide la correcta percepción de la música. Ojo: padecer amusia
no implica tener ninguna otra capacidad cerebral mermada ¡ni mucho menos
capacidad sexual!
Como corolario, los expertos determinaron que los músicos
tienen en la corteza motora, especialmente en las zonas que controlan el
movimiento de las manos y los dedos, un número mucho mayor de conexiones
nerviosas que la gente que no toca un instrumento ¿Eso significará que los que
salen con músicos corren con ventaja? Y… habrá que evaluarlo.